La iluminación es una parte fundamental de cualquier casa, no solo por su utilidad, también por una cuestión decorativa. Elegir bien la iluminación de nuestro hogar puede ayudarnos a:
– Complementar y mejorar la decoración de nuestro hogar y crear ambientes diferenciados.
– Iluminar correctamente las estancias para mejorar la visibilidad y reducir el riesgo de accidentes.
– Reducir la factura de la electricidad.
A la hora de elegir la iluminación adecuada, debemos tener en cuenta la estancia concreta que queremos iluminar y el lugar que ocupa la misma dentro de la casa. ¿Qué queremos conseguir con la iluminación? No es la misma iluminación la que vamos a utilizar para una oficina, que para la cocina, la sala de estar o el baño.
Desde un punto de vista funcional, el uso que le daremos a la habitación nos permitirá saber cuanta iluminación necesitaremos y donde la necesitaremos, de esta forma podremos planificar la distribución de los puntos de luz. Así podemos optimizar su utilización, reduciendo el número de luminarias y el gasto energético.
Desde un punto de vista decorativo, en función del ambiente que queramos crear o del punto que queramos iluminar y por qué, podremos elegir diferentes tipos de lámparas y bombillas. Existen fundamentalmente 2 tipos de iluminación, la iluminación de ambiente o para crear atmosfera, y la iluminación para acentuar o destacar determinados elementos o lugares. Para la iluminación de ambiente, tenemos principalmente lámparas de techo, ya sean colgantes o de tipo plafón. Para la iluminación de acento, lámparas de mesa y lámparas específicas como las utilizadas para iluminar cuadros o elementos decorativos como esculturas, etc. La luz focal es utilizada muy a menudo para la iluminación de espacios concretos dentro de una estancia, como una forma de acentuar o destacar espacios o elementos, y se integran perfectamente con la iluminación de ambiente. La combinación adecuada de ambos tipos de iluminación puede mejorar de forma notable la decoración de la estancia. Mezclar diferentes tipos de luz dentro de una estancia y jugar con sus efectos permite transmitir diferentes tipos de sensaciones. Las luces cálidas de tonos más hacia el amarillo, ofrecerán una sensación más acogedoras que luces frías. Mientras las luces de techo permiten crear luz ambiental, los apliques de pared ayudan a integrar el perímetro de la habitación, que en ocasiones puede quedar poco iluminados.
La iluminación en baño y cocina es muy importante, la luz de ambiente suele ser menos acogedora, luces blancas y frías que permiten una visión más clara, ayuda a movernos por unas estancias que son eminentemente funcionales. En el caso de los baños además de la luz de techo ambiental podemos optar por luces específicas en zonas como el espejo, que nos ayudarán a resaltar esta zona del baño y facilitarán el uso en la zona del lavabo. En la cocina podemos optar además de por la luz ambiental en el techo, por luces específicas en la encimera, zona de fregadero y despensa, esto permite aumentar la visibilidad en las zonas que más vamos a utilizar dentro de la estancia, además de dar un toque distinto.
La iluminación en pasillos y zonas de paso, tiene un objetivo más funcional que decorativo, pero también se puede jugar con la iluminación para crear un determinado ambiente y realzar la decoración.
En general podemos jugar con los diferentes tipos de iluminación hasta conseguir el efecto deseado en cada una de los espacios de la casa. Es importante encontrar un equilibrio entre estética y funcionalidad.
